Un hermoso día veremos alzarse un hilo de humo en el horizonte. Y entonces aparecerá la nave. Luego, esa nave blanca entrará en el puerto, atronando con su saludo. ¿Lo ves? ¡Ya ha llegado! Yo no bajo a encontrarme con él. Me pongo allí, en lo alto de la colina, y espero, espero largo tiempo y no me pesa la larga espera. Y saliendo de entre la multitud un hombre, un punto pequeño se destaca por la colina. ¿Quién será? Y cuando llegue, ¿qué dirá? ¿qué dirá? Llamará a Butterfly desde lejos. Y yo, sin dar respuesta, estaré allí escondida, un poco para inquietarlo, y un poco para no morir al primer encuentro, y él, con alguna inquietud, llamará, llamará: "Pequeña mujercita, olor de verbena", los nombres que me daba cuando volvía a casa. Todo esto ocurrirá, te lo aseguro. Guárdate tu miedo, yo con firmeza le espero.
María Callas era única.Me ha encantado escucharla. Me gusta esa imagen del barco en el horizonte que llega, lo que esperas encontrar,el no atreverse a ir al encuentro, los bonitos recuerdos. Volveré a escucharla, me dá paz. Un beso.
Madama Butterfly murió de pena sin volver a ver a su amor, pero no todas las historias acaban igual de mal. Hay finales felices, aunque los cuentos acaban con el consabido "y fueron felices y comieron perdices". No hablan de la vida cotidiana de la pareja enamorada. Pero ésta, con su cuota de esfuerzo en el día a día construyendo el amor, tiene tambien su encanto. El de la obra bien hecha, el del cuidado del día a día. El encanto de la entrega y el altruismo, pase lo que pase.
Saber que perteneces a alguien y esa persona te pertenece a ti el la mejor de las medicinas. El amor ayuda a cicatrizar las viejas heridas.
Un besito.
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Monse, corazón:
¡Sí, qué belleza!
La historia de la Callas es ejemlar por la fuerza de voluntad que demostró, y triste porque se dejó morir.
Aprendamos de lo bueno, y cuidémonos para no llegar a sufrir tanto como ells
Es estremecedora esa aria, particularmente me conmueve la dolorosa voz elevada al cielo y ese momento en que a Butterfly ya no le pesa la espera.
Esperará a que la llame…y … juguetea y se esconde. Ella piensa (sabe) , que cuando vuelva a casa la llamará como siempre “pequeña mujercita, olor de verbena”.
Espera llena de fe y confianza, porque así construye futuro. El futuro se lo labra uno día a día
No me gustan las etiquetas, no me gustan los corsés, no me gusta que me cataloguen.
Quiero querer, para después poder. Quiero olvidarme de mí, para encontrarme, y reconocerme, y aceptarme, y así estar en paz conmigo y con mi mundo.
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...Yo no bajo a encontrarme con él.
ResponderEliminarMe pongo allí, en lo alto de la colina,
y espero, espero largo tiempo
y no me pesa la larga espera
...Guárdate tu miedo,
yo con firmeza le espero.
Ay amiga! No te lo había dicho nunca, pero me encanta M. Butterfly y María Callas en esta ópera en concreto se sale (en muchas otras también).
Resalto esas dos estrofas por lo que significan, por lo que quiero que signifiquen y por lo que estoy segura que significarán.
Un besico maño.
¡Qué belleza!
ResponderEliminarMaría Callas era única.Me ha encantado escucharla. Me gusta esa imagen del barco en el horizonte que llega, lo que esperas encontrar,el no atreverse a ir al encuentro, los bonitos recuerdos.
Volveré a escucharla, me dá paz.
Un beso.
Querida Corde:
ResponderEliminarMadama Butterfly murió de pena sin volver a ver a su amor, pero no todas las historias acaban igual de mal.
Hay finales felices, aunque los cuentos acaban con el consabido "y fueron felices y comieron perdices".
No hablan de la vida cotidiana de la pareja enamorada.
Pero ésta, con su cuota de esfuerzo en el día a día construyendo el amor, tiene tambien su encanto. El de la obra bien hecha, el del cuidado del día a día. El encanto de la entrega y el altruismo, pase lo que pase.
Saber que perteneces a alguien y esa persona te pertenece a ti el la mejor de las medicinas. El amor ayuda a cicatrizar las viejas heridas.
Un besito.
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Monse, corazón:
¡Sí, qué belleza!
La historia de la Callas es ejemlar por la fuerza de voluntad que demostró, y triste porque se dejó morir.
Aprendamos de lo bueno, y cuidémonos para no llegar a sufrir tanto como ells
Un besito.
Es estremecedora esa aria, particularmente me conmueve la dolorosa voz elevada al cielo y ese momento en que a Butterfly ya no le pesa la espera.
ResponderEliminarEsperará a que la llame…y … juguetea y se esconde. Ella piensa (sabe) , que cuando vuelva a casa la llamará como siempre “pequeña mujercita, olor de verbena”.
Espera llena de fe y confianza, porque así construye futuro. El futuro se lo labra uno día a día
Un beso, Maritornes