martes, 21 de abril de 2009

Confesión y propósito de enmienda



Desnudo
Edward Weston













DESAFINADO


Si tú me dices que yo desafino amor
Quiero que sepas que me provoca mucho dolor
Solamente privilegiados como tú tienen un oído como el tuyo
Y yo sólo tengo el que Dios me ha dado

Si tú insistes en clasificar
Mi comportamiento de anti-musical
Yo, aunque esté mintiendo debo argumentar
Que esto es “Bossa Nova” y es muy natural

Lo que tú no sabes ni tan siquiera puedes presentir
Es que los desafinados también tienen corazón
Te he fotografiado en mi “Roley Flex”
Se ha revelado tu enorme ingratitud

Solamente no podrás hablar así de mi amor
Él es el mas grande que tú puedes encontrar
Tú con tu música te has olvidado de lo principal

Que en el pecho de los desafinados
En el fondo del pecho late callado
En el pecho de los desafinados
También late un corazón.

Antonio Carlos Jobim



Desafinación: Desviación de la perfecta entonación de la voz o de un instrumento, que produce desagrado.


No soy católica, pero hoy vengo a confesarme y a entonar un mea culpa.
Mi pecado ha sido el del prejuicio, que me ha hecho pensar que “el otro”, cualquier otro que no encajase dentro de mis esquemas, estaba desafinado.
También he pecado de crítica, cuando no he sido capaz de ponerme en el lugar de ese otro y sin analizar todos los detalles y las razones no sólo he pensado mal, sino que lo he expresado en palabras. He hablado muchas veces creyendo estar “en lo correcto”, en posesión de la verdad.

Pero luego viene la vida y te abofetea, te encara con el espejo, te mira con cara burlona y te dice:
"Y tú ¿Tú no estás desafinada? ¿Encajas tú en los esquemas de los demás? ¿Dónde estaba tu humildad?
Ahora te tienes que comer tus palabras con patatas."

Aunque ¿Sabéis? Ahora me quedo en paz. No me autoflagelo ni alargo la penitencia de la autoconciencia. Sólo tomo nota y aprendo para la próxima. Espero que esto que cuento me haga un poquito mejor persona.

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Jesús de Nazaret

6 comentarios:

  1. Yo desafino..
    Tu desafinas..
    El desafina..
    Nosotros desafinamos...
    Vosotros desafináis..
    Ellos desafinan...

    ....Más de una vez he emitido juicios basándome en la primera impresión...)prometo no volver a hacerlo). Algunas veces me he equivocado(La mayoría),otras he acertado de pleno.

    Emitir juicios sobre los demás basándonos en la apariencia (que es lo que suele ocurrir) es un error demasiado grave..porqué realmente no conoces a la persona.


    ¿Quien en este mundo puede tirar la primera piedra? No me aventuraría a nombrar a nadie...

    Besos.

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  2. Yo, que soy una persona bastante desfinada -lo reconozco- no me libro de haber enjuiciado "al otro" del que hablas cuando no debía.
    Recuerdo conversaciones de antaño y me ruborizo. Mi verdad, después de un tiempo se rompía en mil pedazos. Lo único que me quedaba por hacer era pedir perdón y aprender un poquito.

    Y tengo la sensación de que a veces sigo haciéndolo... me da rabia, pero también pienso: Errar es de humanos y pedir perdón de corazón es de sabios.

    Así que confieso: Soy muy humana, pero intento ser cada día un poquito más sabia. ¿Y el silicio? Que se lo queden otros, de verdad, que a mí no me merece la pena.

    Gracias por la canción. Es preciosa.
    Un besico.

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  3. Benvolguda Mari:

    Tener prejuicios forma parte de las personas, al menos de las que conozco, incluida yo misma.
    Prejuicios,primeras impresiones, intuiciones...
    Todo este batiburrillo nos ayuda a causarnos una impresión de las personas, a veces equivocada y otras no, pero necesaria al fin y al cabo. Saber qué te puedes esperar de la persona que tienes delante me parece una esperanza lícita. Supongo que es una cuestión de seguridad para el individuo.
    Ahora bien, no saber o no querer modificar tus prejuicios, no escuchar al prejuzgado, y sobretodo no intentar meterte en su piel, me parece injusto.
    Cierto es que cada uno tenemos una visión de las cosas, tenemos nuestros límites y no tenemos por qué pensar todos exactamente igual, pero el respeto, la buena voluntad y el saber valorar a cada persona en su individualidad, me parecen cuestiones básicas para poder convivir en armonía.

    Ah, y creo que cantas muy bien, no he oido desafinación ninguna. Y si me equivoco, pasa por el taller de canto, como todos.

    Besets Mari

    PD: Aspirar a la perfección es genial si sabemos de nuestras imperfecciones.

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  4. Bueno... ¿y qué voy a decir yo? Si no engaño a nadie...

    Soy un extremista compulsivo. Vivo en blanco y negro. Para mí el gris no existe. Por lo tanto, me equivoco muchísimas veces. Creo que tengo buen olfato para juzgar a las personas pero... en ocasiones, meto la pata hasta el corvejón.

    Confieso que, filosóficamente, me muevo entre el cinismo más sarcástico y humorístico, hasta el puro estoicismo. Pero lo peor es que antes me enfurecía haber perdido parte del idealismo que me caracterizaba en mi adolescencia... Sin embargo ya no me molesta. Es más... lo agradezco y me gusta.

    Un beso (nada cínico ni estoico).

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  5. Maritornes, pero qué complicadas son las relaciones humanas!

    Me lo parecen tanto, que dónde hago frontera es en la mala intención, Con esto no puedo.

    Hay una frase muy manida “ponte en mi lugar” que acaso deberíamos reconvertirla en: “ponte en el lugar del otro”.

    Cuando al otro le pongo cara, por mucho que me chirríe su desafinación, siempre poseerá tonos y notas bien afinadas, acaso, poco valoradas en mi baremo particular que no tiene que ser precisamente el de más valía

    Simplemente, el hecho de la reflexión ya te pone en el lugar del otro, es un gran avance.

    Un beso

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  6. Hola Maritornes!!

    Tu entrada me ha hecho pensar.

    Al final todos, toooodos tenemos prejuicios. Desde que somos niños aprendemos a poner etiquetas. Y desde niños somos víctimas de ellas. No deja de ser una forma de ordenar nuesto mundo, que de otra forma sería demasiado grande,demasiado caótico, demasiado impredecible. Y qué miedo nos da eso!

    Yo creo que he tenido que caerme de morros en más de una ocasión para poder ser menos rígida. Todos los niños pequeños quieren que les expliquen el cuento siempre igual, coma por coma. Y si no es como ellos creen que debe ser se enfadan y te corrigen : "¡¡¡no, así no era!!!".

    Nuestros prejuicios a veces pueden ser incluso útiles. Sólo tenemos 24h al día, necesitamos atajos mentales. Pero también es verdad que podemos ser muy injustos o incluso perdernos cosas buenas.

    Siempre me han llamado la atención esas personas que afirman orgullosamente que no se arrepienten de nada de lo que han hecho en toda su vida. A mí esa gente me asusta un poco, la verdad... Yo sí me arrepiento de cosas. Arrepentirse, que NO torturarse, es el primer paso para poder perdonarse a uno mismo, sacudirse el polvo de los zapatos y seguir adelante con energía renovada y con ganas de hacerlo mejor la próxima vez.

    Vamos, que todos hemos criticado alguna vez la afinación de otro mientras se nos escapaba un gallo! Qué le vamos a hacer!

    Me encanta la fotografía. Y tu nota. Y la canción, ¡ni te "canto"! ;)

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