Para aceptar un regalo tienes que abrir las manos,
para aceptar un abrazo tienes que hacer sitio en tu pecho,
para aceptar un beso tienes que poner la mejilla,
para aceptar una carta tienes que abrir al cartero,
para aceptar la sabiduría tienes que escuchar la verdad,
para aceptar la salud tienes que despedirte del dolor,
para aceptar la alegría tienes que abandonar a la conocida tristeza,
para aceptar la amistad tienes que abandonar la coraza,
para aceptar el amor desecharás el rencor.
Da miedo, pero la aventura es maravillosa.
-Para dar las gracias de verdad tienes que aprender a ser agradecido.
ResponderEliminar-Para dar oportunidades a los demás, debes entregar un poquito de ti mismo.
-Para cambiar las cosas debes querer cambiarlas.
-Para recibir amor primero tienes que saber darlo.
Acongoja, pero en ello estamos.
Un besico y un abrazo terapeútico.
He aceptado tus palabras,porqué son sabiduría..he aceptado tu alegria,porqué la he hecho mia..y juntas hemos reido...he ceptado el amor y la amistad,porqué lo ofreces sin más,y eso me gusta.
ResponderEliminarMe quedan pendiente,los besos y los abrazos(que también los acepto)...aunque espero que pronto dejen de ser virtual.
Acepto lo que das....
Aceptar, en ocasiones, es mucho más generoso que dar. Aceptar un regalo, un abrazo, un beso, una carta…
ResponderEliminarAceptar la salud es fácil.
Abandonar la tristeza e instalarse en la alegría, deseable.
Escuchar la verdad…¿de quién?
Desechar el rencor…siempre. No entiendo ese término.
En cuanto a las corazas…no conjugan mucho con la amistad, pero son necesarias hasta que uno esté preparado para enfrentar muchas situaciones.
Un beso Maritornes.
PD: ¡¡Fiesta,fiesta,fiesta…de pasión, Julien.
Gracias por esta entrada tan alentadora.
ResponderEliminarCuando lo haya conseguido, que espero hacerlo, también me aceptaré a mí misma.
Y sí, la aventura es maravillosa y últimamente sorprendente.
http://www.youtube.com/watch?v=DflVovorXRk
Besets Mari
Y no me canso de leerlo...
ResponderEliminarAceptar: recibir voluntariamente lo que se da.
Genial.
He leído varias veces tu entrada. No sé si me gusta más como poema, como canción o como un decálogo vital, de esos que estaría bien que nos aprendiéramos y lo recitáramos de vez en cuando.
ResponderEliminarSobro todo los que, como yo, solemos disfrazarnos a menudo de Clint Eastwood y tenemos el armario lleno de corazas (y de otras cosas, más raras aún, jeje).
Básicamente, si tuviera que reunir en una sóla expresión tu decálogo, lo haría así: "Para aceptar algo bueno, tienes que estar dispuesto a querer que te pase".
No sé qué te parece.
Creo que lo leeré muchas veces este decálogo, Maritornes. A ver si me lo aprendo de una vez por todas.
Un beso.
Aceptar. Bonita palabra. Me ha gustado muchísimo tu reflexión. Aceptar lo bueno tiene mucho de bajar "las defensas", de hacer sitio en ese armario del que hablaba julien para que entren cosas nuevas y mejores. Tiene mucho de disposición y sobre todo manifiesta la intención de hacer aquello que nos corresponde para poder recibir.
ResponderEliminarPrecioso.
Disponga su mejilla para aceptar un beso.
Mi querida Corde:
ResponderEliminarEs lo que tú dices. Para cambiar las cosas debes querer cambiarlas.
Pero también me pregunto por qué las cosas pasan en un momento y no en otro. ¿Es casualidad o hay causalidad?
A veces pienso en un gran puzzle, que es nuestra vida, y que vamos componiendo poco a poco.
Si le damos sin querer un golpe a la mesa igual caen algunas de las piezas, y perdemos algo de tiempo buscándolas. Incluso pensamos que alguna se habrá extraviado para siempre y no lo podremos terminar. Pero, un día, en apariencia un día cualquiera, nos sentimos inspirados y vemos que todo empieza a encajar, poco a poco, trozo a trozo. Ese día vuelve la esperanza a nosotros y volvemos a creer que las cosas tienen sentido. Todo depende del tiempo que dediquemos a nuestro puzzle y que lo hagamos con los cinco sentidos, y aún con el sexto. Y si me apuras, con el menos común de todos ellos: El sentido común.
Vaya perorata, ¿no?
No sé, Corde. Hoy es que fue un día bueno para mí. El día empezó bien, y eso me ha hecho llevar bien el resto de cosas.
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Querida Luisa:
Eres una de las personas más amiga de sus amigos que conozco ¿Lo sabías?
Siempre pendiente del bienestar de todos.
Tengo muchas ganas de que lleguen esos abrazos “no virtuales”. ¿Cuándo será?
Mientras llegan y no llegan…Muchos besitos por escrito.
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Bílbilis:
¡Cuánta razón tienes, amiga mía!
A veces es más generoso recibir que dar. Cuando recibes con alegría le has dado al bienhechor la oportunidad de ser más humano, y eso te hace más humano a ti. Además hay que tragarse el orgullo y ser humilde para dejarse ayudar, y eso nos hace más sabios.
En cuanto a aceptar la salud, no pienses que es tan obvio. En ocasiones las cosas no son blancas o negras, tienen muchos matices.
La verdad, esa verdad que comento que hay que escuchar para adquirir sabiduría, si escoges bien a tus amigos, te la dirán ellos. Porque te quieren. A veces te gustará lo que oigas, y otras no te gustará. Pero si además de oír, escuchas, terminarás siendo más sabia. Seguro.
Y te admiro por no tener rencor. Yo te confieso que sí lo siento por alguien. No por un hecho puntual, sino por haber intentado castrar mi alma durante décadas. Hablo de rencor, no de venganza. A esa persona, o personas, las he ayudado en muchas ocasiones y seguiré haciéndolo cuando sea necesario. Pero cuando sea necesario, no cuando quieran manipularme ni rebajarme sólo para sentirse ellas mejor.
En cuanto a las corazas, es como dices. Son necesarias, hasta que dejan de serlo. Después no protegen. Pesan, nada más. La sabiduría está en saber cuándo, dónde y con quién quitársela.
Un abrazo, Bílbilis.
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La meva estimada Suzz:
A veces escribo lo que yo quiero para mí, lo que me gustaría conseguir, no lo que he conseguido. Esta vez la verdad es que he escrito algo que he tenido ocasión de comprobar por mí misma, y eso me hace feliz.
Y sí, últimamente la aventura es sorprendente.
P.D. Suzzi, m’encanta la cançoneta que m’has deixat. Y la de ca la Corde també. Aquella és quasi un himne d’amistat.
Besets i petonets.
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Querido Julien:
La inspiración no me llegó para canción, ni mucho menos para poema. Se quedó en decálogo cojo, porque sólo hay nueve “leyes”, que se pueden resumir, como bien dices en:
"Para aceptar algo bueno, tienes que estar dispuesto a querer que te pase".
Y sí, querido amigo mío, como ya te dije alguna vez, dejarse ayudar es bueno para uno mismo y para aquel que te quiere.
Cuídate, corazón.
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Ulyses, qué bien que hayas dejado por un momento el proceloso mar en el que navegas y te hayas acercado a esta cala.
Quiero que sepas que últimamente estoy bien, que lo que he escrito, como le digo a Suzz, no sólo lo creo, sino que lo experimento.
A ver, a ver ese besito….Puse la mejilla derecha. Para esto no cuesta poner la otra mejilla tampoco, jejeje.
Osea que todo hay que currárselo, que tienes que poner de tu parte para conseguir ese bienestar que produce la amistad, la salud,la alegría, la sabiduría , los abrazos, los besos... en definitiva que nada es gratis y que hay que trabajarlo.
ResponderEliminarBueno , pues habrá que ponerse a ello.Besos.