martes, 30 de noviembre de 2010

"Trotski no existió jamás" o cómo reescribir la historia



Ahora está, ahora no está. Ahora está...











Da igual que puedas encontrar cientos de datos sobre su origen, su trayectoria política y sus desavenencias con la facción que tomó las riendas de su país en cierto momento. Trotski no existió.
No gustaba a tirios ni a troyanos, no se adhería del todo a unos ni a otros, y eso se paga caro. La falta de gregarismo es lo que tiene.
De ahí al exilio, la malinterpretación de datos e incluso el trucaje de fotografías sólo había un paso. Y se dio. Terminó con un piolet en la cabeza, para borrarlo del todo del mapa. Pero eso sólo alimentó su leyenda, y seguramente ese "martirio" fue lo que le salvó del ninguneo y contribuyó a la búsqueda de datos que le volvieran a lo que había sido: Un hombre comprometido con su causa y disidente al mismo tiempo.
Otros muchos, no sabemos cuántos, habrán quedado en el anonimato del exilio en Siberia o similar, sin derecho a ver restaurada su imagen, porque nadie les clavó un piolet.

Si ya se sabe: "Somos como la hierba del campo, que un día florece y al siguiente se echa en el horno".
Vanidad de vanidades, todo es vanidad.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Y al final ¿Quién y como soy?



Reproducción prohibida, (Magritte, 1937)











Entre el deseo y la desesperanza,el desapego y la codependencia, la insatisfacción y el conformismo. Entre la necesidad de ser tomada en cuenta y ser dejada en paz, de ser valorada y ser invisible, de luchar y de dejarme ir, de superarme y de aceptarme como soy, de vivir y de morir.
Entre al agradecimiento por cada día vivido y el desierto de la tristeza infinita.

Y al final ¿Quién y como soy?