domingo, 31 de mayo de 2009

Fuera del rebaño















Georges Brassens
LA MALA REPUTACIÓN

En mi pueblo sin pretensión
Tengo mala reputación,
Haga lo que haga es igual
Todo lo consideran mal,
Yo no pienso pues hacer ningún daño
Queriendo vivir fuera del rebaño;
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos todos me miran mal
Salvo los ciegos es natural.

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me pudo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos me muestran con el dedo
Salvo los mancos, quiero y no puedo.

Si en la calle corre un ladrón
Y a la zaga va un ricachón
Zancadilla doy al señor
Y he aplastado el perseguidor
Eso sí que sí que será una lata
Siempre tengo yo que meter la pata
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a correr
Salvo los cojos, es de creer.

Ya sé con mucha precisión
Como acabará la función
No les falta más que el garrote
Pa' matarme como un coyote
A pesar de que no arme ningún lío
Con que no va a Roma el camino mío
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a ladrar
Salvo los mudos es de pensar.


11 comentarios:

  1. Me encanta, Maritornes!!

    Otra cosa nueva que me descubres... ;)

    Muxus!

    ResponderEliminar
  2. Estimada Maritornes:
    Hay rebaños y rebaños. Rebaños de millones, de cientos, y de unas pocas ovejas. Y hay ovejas que no quieren pertenecer a ningún rebaño; para unos serán descarriadas, para otros sólo serán ovejas.
    Pero nunca hay que olvidar que las ovejas blancas o negras, de grandes rebaños o de pequeños rebaños solitarios, tienen conciencia y tienen voluntad, aunque a veces no lo parezca.
    Dejando el símil pastoril, que me está dando dolor de cabeza con tanto balido, diré que no se puede vivir con la conciencia del prójimo.
    O al menos no se debería vivir así. Respondemos ante nosotros mismos, que ya es bastante.

    "Y a alguna gente sí gusta que uno tenga su propia fe". Para los demás, cómprate un paraguas bien bien grande, y deja el agua correr.

    Molts besets

    ResponderEliminar
  3. http://www.youtube.com/watch?v=t6Lp4w8wyy0

    ResponderEliminar
  4. El rebaño proporciona una aparente seguridad, es el cobijo de la mayoría, ahí no te van a pedir que te definas.

    Cuando uno ha sido consecuente con sus actos y se sale del rebaño, igual se ve en la necesidad de rendir cuentas, pero sólo las justas...y sólo a aquellos que nos importan, aunque no nos entiendan.

    Una vez tomada la decisión, no creo que haya que darle muchas vueltas al asunto y desde luego fuera cilicios!

    Un beso, Maritornes

    ResponderEliminar
  5. Yo, como la Watling, hace años que me permití ser la "rara", la oveja descarriada de la familia y de muchos otros sitios más...
    Y la verdad, soy de lo más normalito del mundo, incluso diría que aburrida a veces.
    Besos a Brassens allá donde se encuentre. Y otro pá'ti.

    ResponderEliminar
  6. Estimada Suzz:

    ¡Qué buena es esa frase!

    No se puede vivir con la conciencia del otro.

    Y una hace lo que la conciencia le dicta, aunque no puede evitar pensar en que cada decisión conlleva consecuencias. Y a veces el cambio es doloroso, en parte.

    Pero nada se puede comparar con la sensación de haber abierto la puerta a la vida y sentir el aire fresco en la cara.

    Gràcies per la cançoneta. Jo espero dir el mateix que el Sinatra quan m'arribi l'hora.

    Besets.

    ::::::::::::::::


    Querida Bílbilis:

    ¿Sabes lo que le pasa a los que no quieren estar en ningún rebaño? Que reciben por todas partes. Eso pasa en el patio del colegio, en el grupo de amigos de la adolescencia, en la familia y fuera de casa, en asociaciones, partidos, iglesias y allá donde fueres. Por eso la mayoría de la gente prefiere el calorcito del grupo, porque así por lo menos alguien le protegerá llegado el caso. El otro, el que no se aviene a eso, recibirá el impacto del cierzo estando en medio de la plaza desierta. Pero aguantará, ¡vaya si aguantará!

    Un beso fuerte.

    :::::::::::::::::::::::


    A ver, corderita:

    Lo que a usted le gusta es epatar, que me he enterado yo.

    Ver la cara que se le pone al otro cuando usted suelta una de las suyas.

    Un poco gamberra nos ha salido usted. A su blog me remito.

    Pero...¿Aburrida? Sabe usted que no.

    Un besito.

    ResponderEliminar
  7. Esta canción significó para mí un soplo de aire fresco, cuando alguna amiga la cantó por primera vez y nosotros reivindicábamos, más que nada la oportunidad que nos brindaba nuestra juventad, A mí me encantó la de Paco Ibáñez en el concierto del Olimpia de París.Pero en la vida real,sin el concierto, es verdad que la diferencia no es fácil de asumir por todos.

    Alguna manera tiene que haber para que todos se den cuenta del maravilloso ser humano que hay debajo de la apariencia, y el poder transmitir eso a todos hasta que se den cuenta, supongo que será un trabajo de mucha paciencia.
    Sesos Maritornes.

    ResponderEliminar
  8. Querida Monse:

    Antes de nada ¿Me envías besos o me aconsejas sesos? Por sacar conclusiones...digo.

    Bueno, por lo menos no has firmado anónimo, como tiempo ha. Je je

    Yo también conocí primero la versión de Paco Ibáñez, que nos puso en contacto con tantos poetas.

    Cuídate mucho, guapa.

    ResponderEliminar
  9. Jo, cómo está el patio, casi hubiera preferido poner besos con v. Lo de cuídate debe ser porque esto mío tiene poco arreglo ¿no?.Mejor abrazos.Y era mucho peor, firmaba con nombre.

    ResponderEliminar
  10. ¡Es verdad, Monse!
    Ponías "nombre".

    Me has hecho reir por primera vez este domingo.
    Un abrazo no:
    DOS.

    ResponderEliminar