DIXÁN
por qué se secará tan lenta la ropa por qué persisten
las manchas de grasa de fruta y de tus labios
si dixán borra las manchas de una vez por todas
por qué la aspereza de las prendas la sequedad de su tacto
si pienso en tus manos en tu modo de mirarme de decirme
que por culpa del amor habrá que lavar las sábanas de nuevo
preguntas tristes tristes como todos los anuncios de detergente
y es que no encuentro mejor suavizante que tus manos
en esos bares supermercados desnudos de la noche
Pablo García Casado.
Que bonito, Maritornes, lo de "no encuentro mejor suavizante que tús manos". Me lo apunto :P
ResponderEliminarBesos, reina
Bueno, pero esas son manchas lindas, Mari. Como para que compitan en un "Concurso de Manchas"...
ResponderEliminarAdemás... ¿qué podrían saber los Lever Bros. de ciertas manchas? :D
¡Hola, Ama, Risk!
ResponderEliminar¿Os gusta, como a mí, esta poesía construida con lo más cotidiano?
Pues sí, no hay ropa que se lave tan a gusto como la que ha estado en contacto con la batalla del amor.
Son manchas lindas, Risk, pero está bien que se laven para volverlas a manchar ¿no crees?.
Alma: No hay mejor suavizante que las manos del amante ni espejo que nos devuelva una imagen tan bella de nosotros como los ojos de quien nos quiere.
Aquí estoy de nuevo.
ResponderEliminarAlma, no Ama, debiera haber escrito (Ama Rosa...)
Y cuando digo poesía me refiero al género literario, no al poema en sí.
Y ya está!
Besos.
"No hay mejor suavizante que las manos del amante ni espejo que nos devuelva una imagen tan bella de nosotros como los ojos de quien nos quiere".
ResponderEliminarAinsss, me emociono cada vez que leo esto último porque sé por qué lo has escrito y cuál es tu intención.
El poema está muy bien, pero tu comentario me gusta aún más.
T'estimo.
Ama Rosa no me gusta, Maritornes :P pero Ama no me acaba de molestar, si no lleva el apellido "de casa"...Ama Rosa de casa me hundiría en la miseria completa...
ResponderEliminar"para tus manos suaves como las uvas" decía Neruda también :)
Besitos
Alma:
ResponderEliminar¡Mientras no seas un ama de las enfundadas en cuero y látigo en mano!
Vamos, que yo no digo ná, pero es que a mí la pupa no me pone nada. ni hacerla, ni que me la hagan ni ver cómo se la hacen a otros.
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Corde:
Tú sabes que no cuido mis manos. No son tan suaves como pudieran serlo ni mi cuerpo tan hermoso como me gustaría. Todos queremos más. Pero en ti y en mí se cumplen los versos de Ángel González:
MUERTE EN EL OLVIDO
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...