martes, 9 de febrero de 2010

Facundo Cabral y la resiliencia



Fue analfabeto hasta los catorce años, pero tiene una inteligencia superior.
Su madre fue abandonada por su padre y él mismo vivió a su aire desde los nueve años, pero es agradecido con la vida.
Estuvo en un correccional del que escapó, pero ha inspirado la vida de aquellos que le han escuchado o le han leído.
Cree en Dios, pero no es un santurrón sin sentido del humor.
Es vividor, pero tiene un compromiso con la vida.
Tiene la capacidad de decir exactamente lo que quiere, pero jamás desprecia a ninguno de sus entrevistadores, por más tontos que parezcan a su lado.
No se siente ligado a nada, pero no ha perdido su humildad.

A veces creo que es demasiado perfecta tanta libertad interior y tanta sabiduría. A mí, mujer de poca fe, me resulta sospechosa tanta bondad sin orgullo ni artificio.
Después pienso que no importa. Lo que dice es verdad.

Me hubiese gustado conocerle.

2 comentarios:

  1. Bueno maritornes, debo contarte que, entre lo que colgaste y los "related videos", ayer me dejaste enganchado un par de horas escuchando chistes de Cabral... :D

    Se agradece ;)

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  2. Eso por las veces que me quedo yo enganchada a aquello que puedo vislumbrar a través de tu blog -ventana a la cultura-.
    Tu país y tu cultura no podría tener mejor embajador.

    ¡Hay que ver, qué grandilocuente me ha quedado! Avergonzada me hallo.

    Un abrazo fuerte.

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