lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Feliz Navidad?


Cuando eres niño, en este supuesto primer mundo, te gusta la Navidad. Hay luces y música pegadiza por las calles, en el colegio se hace una fiesta especial antes de darte vacaciones, en casa se sale de la rutina y se junta mucha gente para comer cosas ricas, se pone un árbol de navidad y siempre queda alguna abuela que tiene la paciencia de montar un belén lleno de estampas bucólicas que no te cansas de mirar.

Ya en la adolescencia la cosa cambia. Los parientes son un peñazo, si la adolescencia te ha dado en plan "existencialista" te entra la "náusea de Sartre" ante tanto gesto inútil porque, en la inmensa mayoría de los casos, reniegas de los orígenes cristianos de las fiestas, si es que alguna vez te los explicaron, y sólo quedan las vacaciones y los regalos como punto a favor de todo este embrollo.

Al llegar a la edad adulta hay tantas maneras de encarar la Navidad como personas, porque cada uno de nosotros ha vivido lo suficiente como para tomar posiciones al respecto.
Si eres joven y tienes pareja te gusta pasarla con ella, saltando de casa en casa, donde cocinan las mamás, tías y abuelas. Luego quedas con los amigos y santas pascuas.
Si tienes niños tienes mucho trabajo, pero ves la ilusión que les hace y piensas que vale la pena.
Cuando eres más mayor lo que te gusta es juntar a los polluelos como una gallina clueca y darles lo mejor, aunque los polluelos sean ya talluditos.

Pero hay otras navidades. Las que pasan aquellos que se sienten solos, la de los que no tienen ni para grandes comilonas ni para regalos grandes, la de los que tienen enfermos en el hospital o acaban de perder un familiar, la de los que duermen en una caja de cartón en los soportales de una plaza... Y podría seguir.

Si tienes fe sabes que, al final, Navidad es cada día y no es necesaria tanta parafernalia, pero si no la tienes todo te parece postizo y absurdo.

En mi caso, este año pintan bastos, menos en la esfera más íntima, la que poblamos mi pareja y yo. Pero es difícil no salir de esa burbuja. La pasaremos lo mejor que podamos.

Pero me niego a renegar de ella.

A todos los que me leáis os deseo momentos de felicidad en estas fiestas.
Cuidaos, no cojáis ningún empacho y vigilad en la carretera.
Buscad el sentido de la Navidad.
Lo tiene.

6 comentarios:

  1. Tienes razon mari, como cambia la navidad bueno mejor dicho nuestras sensaciones ante estas fechas con el paso del tiempo, pero siempre tiene uno la esperanza que el proximo año de un giro y que la proxima navidades se tenga mas ilusiones y que esta sea compartida, feliz navidad feliz año nuevo y mucha salud para tod@s.

    firma el que no sabe firmar.

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  2. Buenas Mari,

    Espero que lo paséis muy bien estos días, pero al igual lo deseo el resto del año, ahora es Navidad (o eso dicen) y se nos antoja decirlo a los cuatro vientos más que de costumbre.

    Me gusta la Navidad, pero el caso es que este año tengo ya empacho de todo.

    Un besazo enorme ;)

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  3. Maritornes, con este post navideño que nos has traído no puedo dejar de pensar en dos niñas que acaban de perder a su madre

    Era mi médico de familia con la que me unía cierta amistad. Sufrió un derrame cerebral pasando consulta. Era amable, dispuesta y muy, muy trabajadora.
    Deja dos niñas. La mayor de escasos doce años, se empeñó en despedirse de su madre; la pequeña comulga este año.
    Sé que en estos momentos difíciles no hay consuelo posible, pero me he prometido, cuándo sea oportuno, hablarles de su madre.

    Les contaré, que al día siguiente de su fallecimiento, unas monjas de clausura que la adoraban, le ofrecieron su misa cantada de las 8 de la mañana. Una anciana monja tocaba el órgano y el resto, en número de seis, cantaban con voz angelical llevando el compás con su mano. Que en esos momentos me la imaginé sonriendo, mirándonos a todos.
    También les diré que más de 500 personas quisieron despedirse de ella, que era muy querida. Qué indaguen, qué pregunten, que recojan anécdotas de su madre, para que estos años de carencia que han de pasar hasta la madurez estén llenos de contenido.
    Poco más puedo hacer, si acaso acordarme de los que sufren.

    Para todos los demás un fuerte abrazo y un deseo:


    Que nunca te falte un sueño por el que luchar
    Un proyecto que realizar
    Algo que aprender
    Un lugar a dónde ir
    Y a alguien a quién querer

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  4. Hola Maritornes i Bilbilis:
    Encantada de poder leer vuestros posts llenos de sensibilidad y ternura.
    Os deseo de corazón que tengais unas felices fiestas y un año 2010 en que se cumplan vuestros sueños…
    Un fuerte abrazo.

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  5. Hay momentos de nuestra vida en que nos pasamos todo el rato intentando mantenernos en equilibrio,sujetándome a la cuerda a la que nos agarramos para no caer...y seguimos nuestro camino..aunque por momentos te entran ganas de dejarte caer en algún punto y descansar....cerrar los ojos y que mañana sea otro día.Es un dilema o continuas andando a paras.Sea cual sea nuestra decisión, lo importante es luchar por lo que queremos...evitar renunciar cuando todo parece muy incierto... recordando que los caminos que parecen más difíciles,llenos de baches son los que al final suelen tener un mejor final para nosotros.

    Estas palabras no vienen a cuento con tu post,pero me apetecía decírtelas.

    Besitos a ambas y feliz Navidad para todos.

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  6. Para el que no sabe firmar:

    Habrá que hacer de tripas corazón y aprender a esperar tiempos mejores. No queda otra.
    Cuídate mucho. Un abrazo fuerte.

    :::::::::::::::::::::::::::

    Querida Bílbilis:

    ¿Cómo habrán pasado la Navidad esas niñas?
    Estoy segura de que serán personas fuertes, si tienen gente a su alrededor que las ayude y les dé cariño.
    El caso que me cuentas me hace pensar en una mujer, mi futura vecina, a la que todos dicen que le ha tocado la lotería. También es médico y va cada día a trabajar a Calatayud. En medio de una helada tuvo un accidente del que ha salido con varias costillas y una clavícula rotas, porque chocó contra un camión. Está en casa y, aunque dolorida, sabe que tiene a sus tres hijos pequeñitos. Es una desgracia, pero de las que te hacen pensar y dar gracias.

    Para mí este año es duro; pero tengo amor a mi lado.
    Espero que tú también. Y que haya sido un año bueno. Mejor que el anterior.
    Gracias por estar ahí.


    Querida Mirichi:

    Yo creo que sería necesario buscar momentos de soledad especialmente en estos días. Un momento de introspección en medio del barullo nos ayuda a no empacharnos en ningún sentido.
    Espero que en tu casa lo paséis bien a pesar de que la enfermedad está presente en tu familia.
    Un besito, mi niña.

    ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

    Querida rosamaría:

    ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo?
    Me alegra verte por aquí.
    ¿Sabes? El próximo 27 iré a Barcelona. Será la primera vez que vea a mis tres hijas después de meses. Estoy contenta.

    Un petonet.

    ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

    Querida Luisa:

    ¿Sabes qué le voy a pedir a los Reyes Magos?

    Unas orejeras como las que llevan las mulas, para no ver más que lo que tengo delante, en el camino, y no distraerme con nada que pueda parar mi paso. Sólo quiero ver el amor ante mis ojos y no dejar que nada lo empañe ni emborrone.
    Porque amor tengo y hacia el amor voy.

    Muchos, muchos besitos, mi niña canariona.

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