martes, 31 de marzo de 2009

Las malas compañías


Muchacho con pipa (1905-1906). Pablo Picasso













Esto* no me conviene.
Me hace daño. Me siento mal.

Cada mañana me digo: Hoy no va a poder conmigo. Lo voy a poner en su sitio. Conmigo no va a poder. De hoy no pasa.

Pero luego, ya en su presencia, me siento desarmada.
¿Por qué lo consiento? ¿Por qué me dejo llevar a su terreno?

Y sé que la razón, la poco razonable razón, es que, a pesar del daño que me hace, siento que lo necesito. De eso se vale. Me he acostumbrado a su presencia, forma parte de la única vida que conozco.

Deseo dejarlo atrás, pero la angustia de pensar en su pérdida me puede. ¿Podría superarlo sin morir de la ansiedad?.

No. Esto* no me conviene.
Me hace daño. Me siento mal.


*Instrucciones de uso:

Cambiar la palabra “esto” por aquello que represente un problema para uno mismo.
Puede ser cualquier cosa. La más normal, la más inofensiva.
El café, las aspirinas, Internet, la ropa de marca, el sexo, los juegos de azar, el pitillito, el azúcar, un pariente, un sentimiento, un amigo, un pensamiento, un amor, una copa…
Un hábito cualquiera.
Cosas que no son malas en sí mismas. Depende del uso o abuso que hagamos de ellas.
O ellas de nosotros.


13 comentarios:

  1. Aquí no te puedo guiñar un ojo...

    (Vaya, ya soy dependiente de esos emoticonos, ¡que desastre cada vez uso menos palabras!. Sabes?, a veces en la vida fuera de la pantalla echo de menos ese guiño, la sonrisilla complaciente, el gesto de me mata, ese rojito que está tan enfadao...)

    Pero estoy mari.

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  2. Querida amparoo:

    Sé que estás (emoticón de sonrisilla complaciente).

    Al final esas caritas forman parte de nuestro código. Mientras no uses conmigo el de la vomitera verde es que vamos bien.

    Un beso. (emoticón de guiño, claro)

    PD Jo, de verdad que faltan.
    Esto no es serio.

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  3. ¡Hala, Corde!!

    ¿Qué me ibas a decir? Ahora me dejas con la intriga.

    Cachislamar!!

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  4. No sé si podré escribir coherentemente a lo que siento y pienso.No soy objetiva.

    Voy a hablar del concepto del post: Es genial y la canción le va como anillo al dedo.
    ¿El texto? En sí es bestial, creo que es el único adjetivo que encuentro. Para bien y para mal. También puedo decir otros como: inteligente, coherente, incisivo y muy razonable... Pero ha llegado a mí de manera bestial y así lo expreso.

    "Esto", determinaría al final parte de lo que somos. Y es una pena que los problemas puedan terminar matando nuestras ilusiones.

    "Esto" es un determinante de cercanía. El día que podamos decir: "Aquello no me convenía, me hacía daño, me sentaba mal...", con la lejanía y la perspectiva adecuada, habremos dado un paso gigantesco.

    Un besazo terapéutico.

    PD: He cambiado las formas verbales como tres veces y con ellas el sentido... Me ha costado decidirme, aún me cuesta.

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  5. Por cierto Esto*

    *Insomnio. A ver con qué cuerpo vas a trabajar mañana, querida.

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  6. Corde:

    El cuerpo lo llevo. La cabeza estoy por dejármela hoy en casa. Se me olvidó poner en la lista la mala costumbre de querer apurar el día al máximo, cuando lo único que hago en realidad es comerme el tiempo del día siguiente. Un lío, vaya.

    Hoy hace una semana que abrí el blog, y también que dejé el tabaco (por enésima vez).
    En realidad creo que sólo he hablado, durante esta semana, sobre todo en los comentarios, del hecho de desprenderse de cosas o personas, saber si es bueno o no desprenderse... supongo que algún día me aclararé y tendré paz.

    Yo creo que aunque haya "estos" que nos acompañarán toda la vida, o las cicatrices de su extirpación, la vida no es extática, sino que cambia constantemente. Eso de que cada mañana es una nueva oportunidad es verdad, lo que pasa es que a veces no le seguimos el juego. Yo sé que he perdido mucho el tiempo en mi vida. Es una de las cosas de las que me arrepiento.

    A ver. A ver cuándo hablamos en pasado de ciertos "estos". ¿Te imaginas, de aquí a unos años, cuando comentemos todas estas cosas habiéndolas superado?

    Un beso.

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  7. Fe de erratas:

    No es extático (eso es lo de Teresa de Jesús).

    Es estático.

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  8. Es curioso como un ESTO* puede cambiar de acción con el tiempo. Lo que es beneficioso un día (o placentero) puede llegar a resultar malo en otro momento. Y no me refiero a los abusos o a los excesos (que también).

    Supongo que serán las circunstancias las que nos hacen variar ese prisma. Hombre, hay ESTOS* que son objetivamente perjudiciales desde siempre y porque sí. Pero a mí me resultan curiosos los otros (el amor, unas mismas palabras, un pensamiento... o un sueño).

    Yo, que soy dado a los excesos mentales (a los otros no mucho, la verdad) a veces pienso si volcarme en un determinado ESTO* realmente está siendo beneficioso o no para mí. A veces me da miedo y, como hacen los niños cuando algo no entienden, pongo un gesto de horror y salgo corriendo.

    No sé si es la actitud, pero cada uno tiene su manera de huir de sus ESTOS*. Además, en según que casos, hagas lo que hagas, siempre te equivocas.

    Yo intento que ningún ESTO* abuse de mí... pero, como cualquier hijo de vecino, no lo consigo.

    A mí también me ha parecido bestial el texto, Maritornes. Me parece una reflexión bella, dura y optimista al mismo tiempo.

    Gracias por la música... y por la literatura.

    Chao.

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  9. Siempre he aborrecido los bucles, máxime, si yo estaba metida en uno.
    Los intentos por salir tampoco me han ido bien, me dejan exhausta y vacía, muy vacía, desolada.
    Mi único logro ha sido sobrevivir. ¿Cómo? Como todo el mundo supongo: fabricando compartimentos estancos. Asumiendo que los tengo y dejando que de vez en cuando alguien se asome a ellos.
    Algunas veces las paredes tiemblan, pero el tiempo juega a mi favor y los temblores se distancian.
    Mi gran aliado ha sido la distancia física y temporal. Mi gran bálsamo, mis amores.

    Hablas de superarlo sin morir de la angustia. Son preguntas sin respuesta para mi Mari. Y no puedo vivir 2 vidas para saberlas. Sólo intento darme permiso para equivocarme, elegir opciones -casi siempre me eligen ellas por cierto-, y salir del bucle.

    Tienen razón tus amigos, tu texto es genial.

    Besets i gràcies.

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  10. Mi querida personita sabia
    ¿qué te crees, que no se va a salir de esta?

    Yo veo aquí un nudo de un ovillo donde hay que buscar el comienzo de la hebra para tirar de ella y lo demás ya vendrá sólo , aunque se vuelva a romper y haya que poner algún parche.
    Parece que hablas de una dependencia obsesiva y eso no puede ser bueno.
    Como dice Julien, que los ESTOS no abusen de tí.
    Me voy a desgastar de mandarte tantos abrazos, asi que hoy toca besos.¡Que duermas bien!

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  11. chic@s:

    no os olvidéis de que, quien escribe, se permite a veces licencias, en el sentido de que no es exactamente todo lo que piensa aquello que escribe, o no todo lo que escribe lo piensa.

    Ahora estoy demasiado cansada para seguir escribiendo. desde hace varias noches sufro de insomnio. En realidad es una constante en mi vida.

    Mañana releo los comentarios que me habéis dejado, y que yo agradezco tantísimo, y hablamos.
    Muuuuchos besitos.


    ¡Quién me iba a decir a mí hace una semana que tendría este lugar para compartirlo con vosotroa!

    Es el resultado de uno de esos ramalazos que me dan a veces.

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  12. Querido Julien:

    Es curioso cómo cada uno de nosotros reacciona ante lo que le hace daño o le asusta. A veces le damos vueltas al tema de manera obsesiva, otras negamos la evidencia de la existencia de enganche, en unas ocasiones caemos a cuatro patas con cierto fatalismo y en otras salimos corriendo en dirección contraria al lugar donde se encuentra aquello (o aquel/lla) que nos apasiona, nos conmueve o nos tiraniza.

    Solemos juzgar como débil al vecino porque reacciona frente a un estímulo en concreto de cierta manera, porque no es capaz de superar esto o lo otro, sin darnos cuenta de que, frente a una circunstancia que nos hace sentir mal a nosotros, esa misma persona ha demostrado tener recursos suficientes y ha sabido reaccionar con sabiduría.

    Yo no sé si como dices, hay ocasiones en que hagas lo que hagas te equivocas. Me pregunto si pensar así no puede llevarnos al inmovilismo, al "dejar que pasen las cosas por encima de nuestra cabeza" y que se solucionen o se estropeen por sí mismas.
    A mí me cuesta muchísimo decidirme en algunos asuntos, pero cuando lo hago, asumo las consecuencias y me tiro de cabeza. Así ha sido en muchísimos momentos de mi vida. Después me ha tocado reir y llorar, como a todo hijo de vecino, pero nadie podrá decir que no hice todo lo que estaba en mi mano. Yo no sé si tengo buena mano en la partida, pero me la juego cuando llega el momento.

    Lo malo es eso, decidir. Por eso, a veces, está bien poderle contar lo que uno piensa a alguien de confianza. Sólo exponer lo que sientes, escucharte a tí mismo decirlo, ayuda a veces a aclarar las ideas.

    Un beso, Capitán.

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    Querida Suzz:

    Lo de hacer compartimentos estancos a mí la verdad es que no se me da nada bien. Con una excepción. En mi trabajo no solo cumplo siempre, sino que se me olvidan las cosas que me preocupan trabajando. En cuanto salgo y me alejo del lugar vuelven a mí los dolores. Los problemas del cuerpo me afectan al alma, pero sobre todo los del alma me afectan al cuerpo. Y mi espíritu se conduele de todo ello.

    Lo que sí he hecho es tomar distancia y protegerme todo lo que puedo de ciertas personas que me hicieron mucho daño cuando era pequeña. He llegado a ser una experta en advertir cuando se me está intentando manipular o coaacionar emocionalmente. Con gente de ese tipo, si la relación es de poco tiempo, me doy hasta donde veo que voy a poder, si es que va a ser beneficioso para ellas, pero si me doy cuenta de que me están vampirizando...se acabó. Otra cosa es acabar con relaciones de toda la vida. Eso me cuesta más.

    Besets, guapeta.

    ____________________


    Monse:

    Tus palabras están tan preñadas de cariño que me enternecen.

    Lo de desenmarañar la madeja, ese símil tan femenino, es una verdad como un templo. A ver si encuentro el cabo. A lo mejor llega un momento en que el nudo está tan apretado que tendré que romper y añadir, pero después, una vez tejida la prenda, el nudo quedará por el revés y sólo yo sabré donde está. O aquellas personas a las que yo dé permiso para volver el tejido del revés.

    Eso me recuerda una ilustración que alguien me explicó hace muchos años. Me decía esa persona que nuestra vida es como un bordado puesto en un bastidor. Nosotros vemos la parte de abajo, donde se ven hilos de diferentes colores entrecruzándose sin aparente orden. También nudos, y algún cabo suelto. Nada parece tener diseño ni orden.
    Pero Dios ve el bordado desde arriba. Ve la belleza de la labor que vamos haciendo, y que, al final, todo tiene sentido.
    LLegará un día en que nosotros también veremos la obra terminada, y sabremos que todo ha valido la pena.
    En eso pongo mi confianza. Mi bordado no será perfecto, pero lo habré hecho yo, y seguro que las puntadas del final serán más perfectas que llas del principio, porque se aprende a hacer haciendo.

    Ahora quiero, necesito, saber donde está el cabo de la madeja.

    Gracias por tus palabras, tus abrazos y tus besos.

    Me da igual si este comentario me ha quedado ñoño.

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