
Puede seguir acusando para intentar salvarse, pero la sima ya está abierta. Se ha roto el encanto, se ha apagado la vela, la burbuja ha estallado, la luz se ha apagado. El telón ha caído, la casa está vacía, Del pastel sólo hay migas, la fiesta ha terminado.
Aunque estén los presentes,la fiesta ha terminado.
Si seguirán juntos no se sabe. Las expectativas son, ahora, del mismo color desvaído que las guirnaldas del jardín después de la tormenta y no queda más chispa que el brillo sucio de las botellas vacías que se apilan en un rincón
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