domingo, 28 de octubre de 2012

Y se dio cuenta...




"La muerte jugando al ajedrez", mural de Albert Målare, en la Iglesia de Täby, Diócesis de Estocolmo



...de que se había comportado toda su vida como una onanista de la muerte.  Así que tomó una decisión:
Cambiar de amante imaginario.






3 comentarios:

  1. No es mal amante la muerte, es la única que se queda hasta el final

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  2. Claro, uno vive toda su vida solo, aunque sea más o menos cerca de otros

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