domingo, 23 de mayo de 2010

Solos ante el compromiso

(De la RAE)

compromiso.

(Del lat. compromissum).

1. m. Obligación contraída.

2. m. Palabra dada.

3. m. Dificultad, embarazo, empeño. Estoy en un compromiso

4. m. Delegación que para proveer ciertos cargos eclesiásticos o civiles hacen los electores en uno o más de ellos a fin de que designen el que haya de ser nombrado.

5. m. Promesa de matrimonio.

6. m. Der. Convenio entre litigantes, por el cual someten su litigio a árbitros o amigables componedores.

7. m. Der. Escritura o instrumento en que las partes otorgan este convenio.


Ésta es una palabra peliaguda.

Da igual si las cosas vienen mal dadas o las circunstancias cambian, si has dado tu palabra voluntariamente o coaccionado. Da igual: Te has empeñado. Has adquirido un compromiso.

Hoy muchos huimos (me he de incluir, pues yo también he roto compromisos) de los compromisos familiares, de pareja, sociales.

Durante siglos el compromiso fue una seguridad y al mismo tiempo una cárcel. La palabra dada se mantenía y todo el mundo entendía que era obligatorio mantener la relación con una persona, con un ideal o con las leyes -escritas o no- que la sociedad marcaba.

Hoy en día nos hemos liberado de muchas ideas preconcebidas, de muchas ligaduras que consideramos obsoletas y proclamamos nuestro derecho a andar de por libre.

Pero toda decisión conlleva ganancias y pérdidas. Cada vez somos más libres pero estamos más solos, renegamos de los ideales pero nos sentimos perdidos.

¿Dónde está el equilibrio? Cuando todo es cuestionado nos hemos de responsabilizar de la propia vida y sus consecuencias. No queda más remedio que exponer ante nosotros mismos, a solas, todo aquello que conforma nuestro entorno y replantearnos la vida.

Entonces -una vez tomada las decisiones pertinentes y en plena posesión de nuestras facultades- comprometámonos.

sábado, 22 de mayo de 2010

Me basta así (Ángel González)






Desnuda con la luna y el sol
Yoshiro Thachibana


Me basta así


Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.


domingo, 16 de mayo de 2010

Que hable la poesía, que yo ando cabreada





Como tengo clase, a pesar de que alguien muy clasista que dice "tuvistes" y "tasis" comenta por ahí que no soy lo suficientemente fina como para contarme entre sus allegados -aunque una de sus vástagas llame a sus amigas "chochín"- voy a dejar que hable la poeta. No hay peligro: Esa persona no lo entenderá.

Gloria Fuertes dixit:

Todavía hay gente que al viento le llama céfiro...

Todavía hay gente que al viento le llama céfiro,
y hay quien a lo cursi lo llama poesía,
y a la Poesía, locura.
Todavía hay quien canta a la luna.
¡Yo canto a los hombres de la luna!
A los arrabales de la luna,
a los ríos de leche de la luna;
pero todavía hay gente que se asusta,
se asusta cuando una mujer se pone las botas
para pisar mejor el barro,
se asustan porque somos listos,
porque Dios está con nosotros;
ven que nos quemamos y no comprenden las llamas;
porque componemos canciones previsoras
y al avisar gritamos;
porque en nuestros versos
no hablamos de lo que siempre se habló en los versos:
las olas, la boca, los pájaros.
¿Quien dice que en nuestros versos no hay pájaros?
¿Qué son estos gritos si no aves heridas?
No amar lo caduco, lo seco, lo blando.
¡Los poetas amamos a la sangre!
A la sangre encerrada en la botella del cuerpo,
no a la sangre derramada por los campos,
ni a la sangre derramada por los celos,
por los jueces,
por los guerreros;
amamos a la sangre derramada en el cuerpo,
a la sangre feliz que ríe por las venas,
a la sangre que baila cuando damos un beso.
Cantamos al amor.
A lo fresco.
A lo puro.
¡Estamos hartos de cuentos!
¡Y que aprendan los ñoños que el viento es el viento!
Y que cuando se ama, se ama,
y que sólo es pecado el mal comportamiento.

domingo, 9 de mayo de 2010

¿Quién es mi familia?


Karine Daysay


"... A mí me parece que una familia ha dejado de funcionar cuando todos se sienten peor de lo que estarían si vivieran solos, ¿comprendes?.
Últimamente, los hijos de Kiki solían acabar las frases diciendo "comprendes", pero nunca se quedaban a comprobar si ella había comprendido. Cuando Kiki levantó la mirada, Jerome ya estaba a treinta metros, abriéndose paso entre la gente."
Sobre la belleza. Zadie smith


"La familia elegida es un acto de creación importante en nuestra vida porque no está fundamentada en la logística, la comodidad o el interés, sino en el amor que tejemos día a día, conjuntamente y sin pausa."
Juntos pero no revueltos (de la familia obligada a la familia escogida). Soler y Conangla



Hace ahora un año tomé la decisión más difícil de mi vida. Atrás había dejado jirones de mí y mucho dolor del que aún estamos todos convalecientes.

Pero la rueda del mundo sigue girando.
Mi familia se ha acortado en este tiempo por un lado y se han sumado nuevos miembros, con todo su bagaje, por otro. Las líneas no son tan nítidas y directas como hace un tiempo, pero así es la vida. Así es mi vida.

Mientras tenga el amor de la gente de mi sangre, especialmente de mis hijas -así de visceral soy- y el de mi pareja, todo lo demás puede ser circunstancial.

Pero no reniego del paso dado. Al revés: Cada día compruebo que tomé el camino correcto para mí.