Ha llegado el momento. Esto es una frontera y la acabo de cruzar.
Ahora veo a los viejos tal como son. Ya no los veo de visita, sino que los vivo, los sufro, los compadezco, los deploro. Huelo la naftalina de sus armarios, veo sus intentos artríticos de encontrar las llaves por los bolsillos, de encontrar los recuerdos recientes por su cerebro, de encontrar la realidad entre la maraña de sus pensamientos a veces delirantes.
Veo -y me veo en ellos- a los familiares angustiados ante la imposibilidad de que esos ancianos vean sus límites actuales, que comprendan que se les quiere ayudar y no fastidiar. Los familiares no reconocen ya a sus mayores y al mismo tiempo descubren que son más "ellos" que nunca, porque el pundonor, la simulación o la buena educación se esfuma por momentos y reaparecen las pequeñas y grandes miserias de toda la vida.
De repente uno se siente confuso. Por un lado se siente responsable de un niño grande, un adolescente en lo peor de la etapa rebelde, que habita el cuerpo gastado de un viejo. Siente pena, preocupación, enojo, desesperación y ganas de tirarlo por el balcón, culpabilidad y pena y vuelta a empezar.
El pariente cuidador se siente de repente mayor, al ver la decrepitud en su padre y el paso cruel del tiempo, y un niño desvalido al mismo tiempo. Vuelven los conflictos contenidos durante décadas entre padres e hijos, entre hermanos que no pueden afrontar el problema desde el mismo punto de vista, porque en realidad cada uno de ellos vivió un padre diferente. Eso de que a todos los hijos se les cría igual es una falacia. Ni te pilla el cuerpo igual ni tu estado de ánimo es el mismo entre la llegada de un hijo y otro. Así que pintan bastos.
Y piensa uno - y llega a decir-: Hija, si alguna vez me vuelvo como la abuela me pones unas cuantas gotas de cianuro en el café. Lo dices pensando que no quieres ser igual, que no lo vas a ser, que antes muerta. Lo que no sabes es que, a lo mejor, ya has hecho méritos suficientes, a sus ojos, para merecerte esas gotitas de cianuro. Y que a su vez ella debe pensar lo mismo: "Cuando tenga hijos yo quiero hacerlo mejor". Justo aquello que tú pensabas a su edad. La mediana edad tiene eso: Mires hacia atrás o hacia delante en el horizonte siempre hay nubes.
Olvidemos el llanto y empecemos de nuevo, con paciencia, observando a las cosas hasta hallar la menuda diferencia que las separa de su entidad de ayer y que define el transcurso del tiempo y su eficacia.
¿A qué llorar por el caído fruto, por el fracaso de ese deseo hondo, compacto como un grano de simiente?
No es bueno repetir lo que está dicho. Después de haber hablado, de haber vertido lágrimas, silencio y sonreíd:
nada es lo mismo. Habrá palabras nuevas para la nueva historia y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.
"...Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta."
Epístola a los Filipenses
Estoy viendo a más de uno a quien este texto le está haciendo salir un sarpullido por todo el cuerpo, pero bueno, que se lo tome como se tomaría un proverbio zen, una cita de Gandhi o aquello de "ya lo decía mi papa (no el de Roma)". Esto no deja de ser eso tan traído y llevado hoy: Pensamiento positivo o programación neurolingüística (PNL).
Es que todo está ya inventado.
En serio, me lo voy a repetir como un mantra. Es que una semana sin fumar más la realidad cotidiana, adobado todo con mi autofustigamiento gratuito, a veces me resulta pelín demasiao.
Se cierne sobre aquella de quien yo tantas veces había dicho que estaba loca. Ahora, desde hace unas semanas, la expresión que utilizamos es que se puso -se pone a intervalos- como una loca. Es un matiz diferente. Su razón, que siempre fue caprichosa, subjetiva y egocéntrica, parece perderse poco a poco. La que más razón tenía, la que según ella no era suficientemente tenida en cuenta -cómo no tenerla en cuenta, cuando siempre quiso ser la que más llamaba la atención- parece estar perdiendo la razón. Aquella que sabía que mentía, en el fondo, ahora cree sus propias mentiras, por más que insiste en que ella no miente, que lo que dice es "el evangelio bendito". Repite insistentemente que lo que ella cuenta es La Realidad, así, en mayúsculas, de forma enfática. Pero ahora se lo cree. Y en esa creencia consiste su posible e incipiente demencia. Las ganas de estar enferma para ser considerada, en lugar de ser generosa en sus gestos y sus juicios para ser amada, le hacen perder el juicio. Tantas veces gritó que venía el lobo que cuando el lobo ha llegado nos ha costado darnos cuenta de que ahora la cosa era seria. Es duro ver a la propia madre así, aunque tantas veces hayamos dicho que estaba jugando con fuego con su cuerpo, su mente, su alma. Yo quiero aprender a cuidarme, para no repetir la misma historia, que es aquello que tanto nos asusta a los hijos en demasiadas ocasiones: Parecernos a nuestros propios padres.
No me gustan las etiquetas, no me gustan los corsés, no me gusta que me cataloguen.
Quiero querer, para después poder. Quiero olvidarme de mí, para encontrarme, y reconocerme, y aceptarme, y así estar en paz conmigo y con mi mundo.
El éxodo evangélico lgtbiq+
-
Año tras año cientos de jóvenes lgbtiq+ en España abandonan las iglesias
evangélicas en las que han crecido. Son nietos o hijas de profesoras de
se...
regálate
-
regálate una noche sin insomnio
regálate un día en modo avión
regálate una fiesta porque sí
regálate placer, descanso y paz
regálate un viaje a tu interi...
EPICTETO EN 2019
-
*Decía, hace no tanto*, que en Occidente no somos budistas y que, por
tanto, eso de eliminar el deseo de nuestros corazones no cuadra demasiado
bien con n...
Amares
-
Llovía a mares el día
en que no pudimos encontrarnos
en la puerta, decías
decías que no estaba
pero sí
yo te buscaba
bajo un paraguas rojo
que retaba, sin g...
Así las cosas
-
Vaya por delante que el motivo de este post no es dar penita (tengo
demasiado orgullo y preferiría dar asco que pena, la verdad), es,
simplemente, una burd...
Fast Loans Online - Tips and Precautions
-
[image: Fast Loans Online - Tips and Precautions]
There are many reasons explaining why one would need a fast loan, the
internet is a great resource for fin...
Los monstruos corretean por la cama
-
No, no es casualidad que estén de nuevo aquí, no lo es porque alguien les
dejó la puerta abierta. La puerta, la cama, el escritorio y hasta las
baldas de ...
ARTURITO Y SUS BATALLITAS
-
Arturito, la has vuelto a liar como a ti te gusta.
Así es, Pérez Reverte. Ya que has decidido caer en la trampa facilona de
hacerte publicidad polemizando a...
10 CENTROS DE MESA FÁCILES DE HACER
-
*Estos son unos de los más fáciles de conseguir. *
*En Ikea podrás encontrar tanto los recipientes de cristal cómo las piedras
y velas flotantes. *
...
CANTANTE URBANO (III). Final.
-
fotografía tomada de
http://inteligenciaetica.com/2011/04/el-musico-del-metro/
*Llegó el final, cesó el clamorla magia se desvaneciótus ojos si...
Después de tanta ausencia
-
QUIQUE.....
lLlévame a ver salir el sol
desde todos los portales de la luna
llévame al puerto y al malecón
cuando el cielo se nos llene de gaviotas
Alumbr...